DANIEL
Winter has come
Cuatro días para Navidad. Pagamos $4 de peaje y ya estamos en New Brunswick, una vez más, para pasar las fiestas entre familiares. Hay algo que ha cambiado desde la última vez que llegó mi vista a estos paisajes. Las rojas capas de las copas de los árboles han caído dejándolos desnudos durante las frías noches de Canadá, y el rastro de sus hojas ha quedado invisible bajo una sepultura de nieve. Y sobre esta, se alza dominante el verde de los perennes, anunciantes de vida, sobre el brillo del desierto blanco. Uno como esos árboles descansa en casa, esperando a que a nuestra vuelta, pueda iluminar el salón. Sin embargo, bien que se resistió a venir al principio, pero acabó por rendirse ante los dientes del metal, aunque, la verdad, tampoco es que sea un gran leñador.
Stopover para comer, nunca pensé que probaría una hamburguesa del McDonald's con sirope de arce. Muy rico por cierto. Voy a aprovechar para contar un par de cosas interesantes que me han pasado desde la última entrada.
Me he unido al club de robótica, es frustrantemente divertido a la vez, estamos intentando programar un robot capaz de moverse en una mesa sin caerse buscando pelotas de tenis y metiéndolas en una caja. Parece simple pero para nada, es un reto, aunque hemos progresado bastante, así que estoy satisfecho.
Por otro lado tengo mi proyecto estrella. Voy a construir una guitarra eléctrica. A ver, que explico... Para Design tenemos un proyecto que consiste en diseñar y construir cualquier cosa que quisieras, dentro de un límite de materiales. Así que dije, ¿Por qué no? La verdad que este proyecto me tiene muy ilusionado y aunque aterra un poco tengo muchas ganas. La idea es poder llevármela conmigo de vuelta a España, ¿Qué mejor souvenir que una guitarra hecha de arce?
By the way, spoiler, la Navidad es cara, sobre todo si tienes una familia numerosa como la mía. Y todavía no tengo regalo para James, Charlie (aunque tengo tiempo porque ahora mismo está en un avión a Corea para pasar las navidades en casa), y para Christian, mi nuevo y temporal host brother. Lleva con nosotros al menos dos meses, y vivirá con nosotros hasta que mi host mother le encuentre una familia, que será en un mes con el cambio de semestre. Es muy divertido y me llevo muy bien con él así que por mí se podría quedar todo el tiempo que quiera.
Se me ha quedado muy extensa esta entrada, pero al tratar de organizar las ideas y hacer memoria una cosa me ha quedado clara, el tiempo pasa más rápido aquí que en España, quizá demasiado. Por ello, trataré de no quedarme dormido en la furgona, porque en dos días será junio pero por suerte aquí las noches son más largas.
Danny