Sólo nos queda decir adiós

Y llega ese momento que hace diez meses parecía tan lejano. Ese que al principio mirábamos con deseo, pero que con el paso de los meses se convirtió en nuestro peor miedo. Llega ese momento en el que tu corazón se encuentra dividido en dos y en tu mente sentimientos totalmente opuestos chocan. Querer volver pero al mismo tiempo querer quedarse, paradojas de la vida para las que nadie te prepara. 

Todo lo que aquellos primeros días parecía tan desconocido ahora es a lo que llamamos hogar, y aquella persona que se subió a ese avión un día de finales de julio, ahora mismo no es más que una extraña que hace que nos acordemos de todo lo que hemos evolucionado. Porque toda experiencia, y las malas las que más, son las que nos han hecho aprender. Y sé que no me equivoco si digo que sólo nos queda una última lección: decir Adiós. Suena triste, pero es que lo es. Vivimos como quien dice una vida en diez meses y luego nos piden que digamos “Good Bye”. Y las despedidas nunca fueron fáciles, pero lo son aún menos cuando lo que sale de tu boca no es un 'hasta pronto' si no un 'quién sabe cuándo nos veremos'. Lo único que podemos hacer es guardar a buen recaudo todos los recuerdos que esta pequeña vida nos trajo, también a quienes se cruzaron en nuestro camino y todo aquello que un día fue extraño pero ya no lo será nunca más. Pero, sobre todo, dar las gracias a todas y cada una de esas personas que hicieron que estos diez meses fueran la mejor de las experiencias, y esperar que algún día nuestros caminos se crucen de nuevo.