IRATXE

Segundo mes (+62)

Hoy hace 2 meses que pisé suelo canadiense por primera vez, pero no sólo eso, también hace un año que hice la prueba escrita gracias a la cual estoy aquí. Aunque no puedo decir que ese fuera verdaderamente el inicio de mi gran aventura, porque el inicio fue el mismo instante en el que envié la solicitud, antes incluso, cuando decidí presentarme.

Hace dos meses estaba llena de dudas y miedos. No sabía lo que me esperaba, como sería mi familia, las asignaturas que tendría en el instituto ni si haría amigos. Y ahora, 2 meses después, me encuentro rodeada de gente sin la que no podría imaginar mi vida. Y esto no ha hecho más que empezar.

La familia a la que tanto miedo me daba conocer se ha convertido en mi segunda familia antes de lo que podría haber imaginado. No solo mis host parents sino también sus hijos, hermanos, primos y sobrinos me han tratado como a una más desde el momento en el que los conocí. Me han apoyado en todo y se han preocupado por mí pese a no estar en su mejor momento y por eso, aunque he tenido la oportunidad de cambiar de familia, he decidido quedarme a su lado y apoyarlos en los momentos difíciles que están viviendo como lo haría si fuera mi propia familia.

El instituto que tanto me agobiaba al principio y las asignaturas que tanto me preocupaban, ahora me encantan. Y no os lo vais a creer pero hay momentos durante el fin de semana en los que estoy deseando que llegue el luner para ir a clase. Cuando llegué a literatura el primer día no entendí ni una palabra y salí de clase decidida a intentar cambiarla. Pero siguiendo el consejo de una amiga decidí quedarme y no podría haber tomado una mejor decisión porque ahora se ha convertido en una de mis asignaturas favoritas y, aunque todos mis profesores son muy agradables, la de literatura destaca entre ellos. 

Otra de las asignaturas con las que también me desesperé al principio fue robótica. El profesor decidió que aprendiéramos a programar nosotros mismos viendo vídeos en YouTube. Os juro que aquello era como escuchar chino y, para rematarla, mi compañero de proyecto sólo se sentaba a mi lado y jugaba en su teléfono. Hubo un punto en el que me desesperé y hasta pensé que iba a suspender la asignatura, pero, en vez de cambiarla empecé a buscar tutoriales también en casa y en clase busqué al compañero que mejor lo hacía y le pregunté si me podía ayudar. Después de dos clases sentada con él y vídeos y  más vídeos de YouTube, por fin entendí cómo funcionaba; y no sólo eso, si no que además fui la primera de la clase en terminar el proyecto. Lo que sentí en ese momento, la satisfacción de haber conseguido algo que creí que nunca iba a lograr gracias a mi esfuerzo, fue increíble.

Mis otras asignaturas este semestre son biología y arte. Y gracias a esta última estoy haciendo mis primeras amigas canadienses.

Además, me he apuntado al coro del instituto. Si alguien me hubiera dicho hace 2 meses que iba a terminar en un coro, le habría llamado loco. Cuando pisé la clase por primera vez estuve tentada a dar media vuelta e irme. Todo el mundo tocaba instumentos y cantaba de maravilla y, definitivamente, yo no encajaba en el grupo. Pero decidí probar (después de todo nadie me conocía y no tenía nada que perder). Y pese a que cantar no es lo mío, me encanta el ambiente de la clase, el profesor y las personas que la forman. Todo el mundo es súper agradable y siempre acabamos haciendo unas risas. El viernes cantamos en el programa matutino de la CBC en Newfoundland y pudimos ver el resto allí, en directo. Fue increíble.

También estoy en el club de robótica y aunque de momento me encuentro un poco fuera de lugar, he decidido que voy a probar unas semanas más.

Y en cuanto a los amigos... Estoy empezando a hacer amigos canadienses, pero no sólo eso. Desde el primer momento me he llevado muy bien con las internacionales de mi instituto y hemos hecho un grupo genial. Nos hemos apoyado en todo momento y me encanta cuando hablamos de nuestros países porque estoy descubriendo costumbres de los suyos que nunca hubiera imaginado. A veces incluso tengo la impresión de que me conocen mejor (o al menos a la persona en la que me estoy convirtiendo) que los propios amigos que he dejado en España y, sinceramente, ya no puedo imaginar una vida sin ellas. 

Además octubre ha estado lleno de nuevas experiencias. He experimentado la típica Jiggs' dinner de Newfoundland en Acción de gracias, he ido a mis primeras asambleas de instituto, he hecho una calabaza y entrado en un laberinto de maíz, me he probado vestidos para la prom (aunque no puedo ir jajaja) y he tenido la fiesta de Halloween para internacionales.

Ha sido un mes increíble en muchos aspectos y lo he pasado muy bien, pero también ha sido un mes muy duro para mi familia de acogida y eso ha hecho que haya habido momentos duros para mí, en los que he tenido que tomar la importante decisión de cambiar, o quedarme a su lado y hacer lo que pueda por ellos. Y no ha sido fácil. Pero eso me ha hecho aprender, reflexionar y madurar y, definitivamente, ahora puedo decir que estoy cambiando. Sólo he pasado dos meses aquí pero ya no soy la misma persona que se fue de España.

Y por supuesto que hay momentos en los que se echa de menos: a tu familia, a tus amigos, tu casa, tu vida en general... Pero esto está pasando tan rápido que me da vértigo pensarlo y antes de que nos podamos dar cuenta vamos a estar de vuelta. 


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