ANA

Pequeño

Decir que Alaska es el destino de tu sueños es algo que no creo mucha gente haya escuchado, pero, sin duda, es algo a replantearse.

Me gusta pensar que como dice mi madre “todo pasa por algo” y siendo honesta creo que Eagle River me lleva esperando toda la vida. Llevo bastante tiempo pensando en la manera de transmitir todo esto de alguna forma, pero me he dado cuenta que es uno de esos sitios que necesitas ver para entender su magia, y no voy a negar que me siento bastante afortunada al poder despertarme y sentir que Santa va a aparecer de entre la nieve, aunque siempre de la mano de un spray anti-osos.

He escuchado un millón de veces lo mucho que experiencias como esta te cambian la vida, de una forma u otra, pero es después de estar aquí que te das cuenta. Desde mi primer partido de hockey a la primera vez como animadora para el equipo de fútbol del instituto, creo que son cosas que se te quedan y en cierto modo, te hacen ser un poco más tú.

Una de las cosas que más gracia me hace es el ver la cara de la gente cuando les dices que no has probado nunca un s’more o que en España no, no llevamos sandalias con calcetín. Siento decir que por aquí pensarán que los españoles no hacemos nada, porque la frase que más repito es “it’s my first time!”.

Podría estar días pensando en historias y situaciones para contar, pero en lugar de eso prefiero quedarme con un simple gracias en la boca y decir que todo esto lo único que consigue es que me brillen un poco más los ojos todos los días. 

Será el principio, pero de Alaska estoy segura que me llevo un pedacito a casa #becasfao

 


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