ANA
Part Of Your World
En noviembre he vivido rodeada de The Little Mermaid y todas sus maravillas. Ensayos de hora y media de lunes a viernes; y de tres horas los domingos, bailes, canciones, disfraces, decorados, notas, bromas y gente genial. La satisfacción que he sentido esta última semana, al haber puesto ante el público algo en lo que llevo trabajando dos meses y ver que a la gente le gusta es indescriptible.
Antes de venir a Canadá ya sabía que quería participar en el musical. Este último año he empezado a apreciar los musicales más que antes, y no podía desperdiciar esta oportunidad. Al principio, no estaba muy segura de la producción; creía que sería algo demasiado amateur y de lo que no me iba a sentir orgullosa. Después de dos meses, mi opinión es totalmente distinta; no podría imaginarme el musical de otra forma.
Por encima de todo, lo que me llevo es una familia. Porque todas mis amigas han estado en el musical. Porque sólo nosotros entendemos la ilusión que nos hizo poder llevarnos nuestro animal de cartón. Porque nadie quería borrar la pizarra llena de frases y chistes escritos entre bambalinas. Porque solo Lauren es capaz de hacer un high C. Porque el público ama a Sam. Porque Dane es lo más gracioso que he conocido. Porque Callum me habla en castellano (o lo intenta). Porque Gracie está rara sin la cara morada. Porque Gabi y yo cantamos todas las canciones. Porque Carmela y yo bailamos el vals como nadie. Porque la escena de las criadas era la mejor. Porque todos bailábamos She's In Love en la clase de música. Porque los de backstage están por encima de los actores. Porque Ms Gourlay y Mr Bode están saliendo en secreto (o eso se dice). Porque los rituales de antes de actuar nos ponían a mil. Porque firmar pósters y dar besos el último día es agridulce. Porque...
El otro día me preguntaron que había sido lo mejor de estos tres meses en Saskatoon; sin lugar a dudas, The Little Mermaid.
La depresión post-show es horrorosa, y lo único que leo ahora son mensajes en el grupo de Snapchat diciendo lo bien que nos lo hemos pasado. Así que sí, todo se ha acabado, pero ya queda menos para los One Act Plays de primavera.
Gracias por dejarme ser parte de vuestro mundo.