CRISTINA

Mi sexto mes en Canadá

El primer día de febrero lo pasé con mi amigo Juan, él es madrileño y está este año en Canadá con la ayuda de FSL. Fuimos a cenar a un restaurante: él, yo y un nuevo compañero de aventura: Yuta. Un chico japonés que llegó aquí a finales de enero. Es increíble la cantidad de gente que estoy conociendo aquí, nunca antes me habría imaginado que iba a tener la oportunidad de conocer a personas de tantos países: Canadá, Estados Unidos, Japón, China, Australia, Tanzania, Colombia, etcétera. ¡Hay tantos países que ni siquiera soy capaz de recordarlos todos! Creo que esa es una de las cosas que más me gusta de todo lo que estoy viviendo, la cantidad de amigos que he hecho sin apenas darme cuenta. Y es que aquí cada día es una nueva aventura, no hay ni un sólo día que sea igual a los demás, no hay rutinas ni nada marcado, todos los días ocurre algo diferente y nuevo, y cuando parece que por fin has hecho todo lo que podías hacer, ¡Canadá llega y te sorprende con algo nuevo!

En febrero, también fue el cumpleaños de una de mis mejores amigas aquí: Anna. Nos juntamos un pequeño grupo de amigas y fuimos a cenar a uno de los restaurantes más populares de la zona. Fue una noche maravillosa, me siento incluída en el grupo al cien por cien, y estoy muy feliz con mi vida aquí. Parece que después de mi semi-formal dance, estoy mucho más cómoda de lo que estaba antes, no sé por qué, pero es una sensación muy buena.

Pocos días después, también tuve la oportunidad de ir al semi-formal dance de mi gran amigo David, otro becado. Fuimos los dos juntos y aún pareciendo imposible, ¡todavía conocimos a más gente e hicimos nuevos amigos! Fue una noche muy divertida, llena de risas, bailes y buenos momentos. En España, no tenemos nada parecido a un semi-formal dance y haber tenido la oportunidad de asistir a dos de ellos ha sido maravilloso ¡Quiero ser positiva y pensar que no serán los últimos!

Este mes también tuvo lugar el Winter Carnival de mi instituto. Yo elegí ir a hacer snow tubbing durante todo el día. A las cinco y media de la mañana, el autobús salía de mi instituto y todo apuntaba a que iba a ser un día maravilloso. Efectivamente, así fue. Tuvimos la oportunidad de realizar nuestra actividad durante unas cinco horas aproximadamente. Puede parecer aburrido hacer lo mismo durante cinco horas, pero os aseguro que fue todo lo contrario. Me lo pasé en grande, hice y probé nuevas cosas. 

Febrero ha sido otro sobresaliente, otro mes de diez y mes en el cual ha ocurrido algo bastante importante: cambio de familia. En mi anterior post hablaba de lo difícil que estaba siendo mi convivencia con la familia, pero finalmente con paciencia y calma todo se solucionó, y ahora no puedo estar más contenta.

Este mes también he descubierto una de mis cosas favoritas: el teatro y los musicales. Siempre me ha gustado muchísimo la música, cantar y bailar, pero nunca me había planteado la idea de poder participar en un musical. Lo que empezó como una simple propuesta por parte de la profesora de teatro, se ha convertido en una realidad: ¡voy a participar en el musical de mi instituto: The Beauty and the Beast! Gracias a esta oportunidad, he descubierto que me encanta actuar, y mucho más cuando se trata de un musical. ¡No puedo estar más feliz de poder estar viviendo esto!

Me asusta mucho lo rápido que pasa el tiempo, ya que hace nada acababa de llegar. Sin embargo, si miro para atrás y me pongo a pensar en todas las cosas que he hecho desde que llegué, me siento muy orgullosa de mí misma. Me parece una locura que todo esto se vaya a acabar en algún momento, y por una parte no quiero que se acabe, voy a echar tanto de menos la rutina canadiense... Ahora me queda aprovechar los meses que faltan ¡y estoy más que lista para seguir recolectando buenos recuerdos!

 


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