CLAUDIA

Mi experiencia de voluntariado

Mi primer voluntariado lo hice dos semanas después de haber llegado a Windsor, simplemente era animar a las personas que  participaban en una carrera solidaria. Lo que no me esperaba es que una cosa tan sencilla me iba a aportar tanto, conocí a un montón de gente maravillosa y generosa que su único objetivo allí era ayudar sin esperar nada a cambio, hice amigos muy fácilmente gracias a que en los voluntariados somos como un equipo y te tratan de una manera muy familiar, además lo disfrute tanto que lo único que quería era hacer más.                 

Y así hice. Mi segundo voluntariado fue un mes después, de monitora de juegos recreativos donde enseñaba juegos tradicionales canadienses a los niños y también controlaba algunas de las carpas con regalos para los que ganaran. El tercero fue una celebración de Navidad enfocada para ancianos donde gritaba los números del bingo y servía comida para ellos. Luego animé otra vez en más carreras y en partidos de hockey, hice presentaciones explicando la cultura española y dando a probar comida, pero sin duda mi favorito fue ayudando a niños con autismo, pasando tiempo con ellos, jugando, cantando canciones... la verdad me enseñó a valorar más todo y a crecer mucho como persona. Al final acabé con casi 45 horas de voluntariado que merecieron muchísimo la pena. Algo que me sorprendió fue que hacer voluntariados estuviese tan normalizado y que gracias a eso hubiera muchísimas opciones a las cuales apuntarte, es una gran experiencia que sin duda seguiré haciendo en España.


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