LAURA

Llorar de felicidad

Nuestros area representative nos han llevado a todos a visitar la NASA, y cuando digo todos me refiero a exange students de todo el mundo, nunca pensé que conocerlos iba a remover tantas cosas en mí.

Yo ya conocía a Rosa, Sateny y Koko porque tenemos el mismo area rep y vamos juntas a los sea scouts, y a pesar de que Rosa es de Cádiz, Sateny de Armenia y Koko es de Kirgustán. El viernes por la tarde Matt (el area rep) nos recogió y fuimos a cenar a un restaurante y estuvimos riéndonos toda la cena, los camareros nos miraban un poco raro pero a mí la sonrisa no se me borraba de la cara y sé que ellas lo pasaron genial también. Despues llegamos al hotel, donde conocimos a gente de Italia como Eleina, a Luca de Alemania, Diogo de Portugal, Astrid de Francia, Thanos de Grecia, o Fium de Tailandia y también a algún español. Esa noche, como no éramos muchos nos quedamos en la habitación hablando hasta tarde. Cuanto más hablaba con ellas, me interesaba más y más por sus países, su experiencia aquí, sus idiomas... y sin darme cuenta habían pasado 4 horas y era la una de la madrugada. Y en ese momento ya sabía que iba a ser muy difícil olvidarme de ellos por todo lo que me habían enseñado en un solo día. Porque, en cierto modo, me habían abierto los ojos y la mente. 

A la mañana siguiente en la NASA llegaron otros cuantos más, como el gracioso de Victor de Kazajistán u otra española que, casualmente, yo ya conocía de las orientaciones. Paseamos por las instalaciones de la NASA mucho rato, pero a decir verdad lo mejor fue hablar con todos ellos, que me hablaran de las muchas cosas que poder visitar en sus países, de las comidas tradicionales, de sus puntos de vista sobre algunos temas o intentar decir buenos días en ruso (algo inmpronunciable). Cuando estábamos subidos en un trenecito para ver el enorme cohete que tienen en la NASA, el viento me daba en la cara, alrededor tenía a todas estas personas maravillosas de todos los rincones del mundo y me encontraba contemplando un prado con vacas, una sonrisa se me dubujó en la cara al mismo tiempo que un par de lágrimas me caían por la mejilla. Sólo pensaba: "qué suerte he tenido de conocerlos". Estoy feliz porque han hecho que tenga más ganas de viajar a todos esos sitios y más, y que ahora quiera aprender alemán e italiano porque me han hecho darme cuenta de que saber idiomas es muy importante (y muy bonito a la vez) porque llegas a comprender una cultura.

Me han hecho darme cuenta de tantas cosas que es difícil explicar esta sensación con palabras. Y este sentimiento tan raro, tan amargo y dulce a la vez, se va quedar siempre conmigo, este momento y todo lo que estoy viviendo y aprendiendo no me lo puede quitar nadie. Así que os digo una cosa: vividlo todo y hablad con todo el mundo porque eso os abrirá la mente de forma inimaginable, aprended todos los idiomas que podáis porque es hermoso poder comprender toda una cultura tan diferente a la tuya con tan sólo sumergirse en el idioma. Y, por encima de todo, VIAJAD, porque es la única cosa que puedes comprar que te hará mas rico. Llorarás de felicidad.


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