SORA

El tiempo vuela, y yo con él

Ya he superado el ecuador y he empezado a gastar la segunda parte de esta experiencia. Y sí, aunque no puedo esperar a vivir todo lo que esta segunda mitad me depara, necesito un momento para reflexionar sobre todo lo que la primera mitad ha supuesto. 

Antes de venir tenía un montón de expectativas: me pondría en clase de cocina y de yoga, me metería en el equipo de volei, después en el de soccer y en cheerleader, y audicionaría para el musical que seguro sería o High School Musical o Mamma Mia.

Bien pues, la verdad es que la clase de cocina estaba llena, en mi cole no ofrecen yoga, los equipos de volei y soccer tienen preferencia (lo qual significa que sólo hacen los tryouts para antiguas juniors o veteranas), el equipo de cheerleaders no existre desde hace 2 o 3 años y a principios de octubre me enteré de que el musical del año sería "Newsies", del cual no había oído hablar en mi vida.

La primera cosa que habría hecho la antigua Sora habría sido colapsarse y empezar a hiperventilar, y después limitarse a dormir para evitar afrontar los obstáculos que se me presentaban. Y es que, nunca me ha gustado que las cosas se salieran de plan. Aún así (and thank god!) he cambiado. En vez de desmoralizarme, decidí no planear tanto y empezar a estar más abierta a todo lo que tenía accesible, a vivir más espontáneamente.

Me presenté a las audiciones del musical, y me dieron varios pequeños papeles, sobre todo para cantar. No sólo fue una de las mejores decisiones hasta el momento por la maravillosa gente que he conocido, sino también por todo lo que he crecido en el escenario y a la hora de cantar. Encima, "Newsies" resultó ser una increíble historia, con la que me puedo identificar muy fácilmente. Decidí darle un try a la Física como asignatura, ya que decían que la manera de aprender no tenía nada que ver, y no sólo se ha convertido en mi probable vocación profesional, sino que en esa clase conocí a una de mis mejores amigas aquí ahora. Me metí en varios clubs que no resultarón ser de mi interés, y aún así de cada uno de ellos aprendí algo o conocí a alguien. Empecé a ir al gym, y por primera vez en mi vida he empezado a disfrutar haciendo deporte, en vez de verlo como una tortura.

Y ahora, empezando el nuevo semestre, lo he afrontado todo de manera diferente, con cero miedo y muchas ganas. Me he metido en clase de guitarra sin saber ni un acorde y le he dado una oportunidad a la clase de derecho, algo que hubiera horrorizado a mi yo de antes. Hicimos 6 actuaciones del musical en 4 días y –a pesar de que, desde que soy pequeña, en mi pueblo cada festival que hacíamos era de baile, música o teatro y me provocaba una ansiedad sofocante– esta vez salí cada una de las 6 veces al escenario con unas ganas de comerme el mundo increíbles. Convencida por algunas de mis amigas, nos fuimos juntas a hacer los tryouts de rugby, y he descubierto lo mucho que me gusta este deporte que, por suerte, podré dedicar más tiempo a aprender, porque he entrado en el equipo. Y aún me quedan más cosas por ver y hacer, un viaje al French Canada, la comunión de mi host brother, la prom...

Cada día me miro en el espejo y veo algo nuevo que me hace un poco más feliz, y ya solo me queda agradecer esto a los que confiaron en darme esta oportunidad, porque aunque puede ser que esta versión de mí estuviera en mi interior desde hace más de lo que creo, sólo una experiencia así podía haberla sacado a relucir.


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