Con un SÍ en la boca

Desde que llegué a USA siempre he tenido "miedo" de no saber aprovechar la experiencia al máximo. Poco a poco me he dado cuenta de que no tienes que cumplir una lista de cosas que hacer para sentirte satisfecho con el año, para eso simplemente hay que dejarse llevar. Ha habido planes o actividades que en un principio no me llamaban la atención o me sonaban divertidos, quizá estaba cansada o no tenía ganas de hacer nada. Aún así dije SÍ. No sabéis lo que me ha ayudado esa filosofía. He descubierto y vivido innumerables cosas gracias a meramente decir que sí.

Una de ellas es la acampada a la nieve que organizaba mi colegio. A mí, viniendo del sur de España con calorcito y playa, la idea de pasar cinco días a  20/30 grados bajo cero pues gracia no me hacía, pero sinceramente es una de las mejores cosas que he hecho en mi vida. No mucha gente puede decir que se ha construido su propio iglú y ha pasado la noche dentro en medio de la montaña más remota de la zona!

Gracias a este viaje he afianzado muchísimo mis amistades con mis compañeros de clase y también he tenido tiempo para reflexionar y plantearme muchas cosas. Convivir con mis profesores también ha sido toda una experiencia!! He aprendido a valorarlos y respetarlos mucho más. Todo el mundo se abrió un montón y pude conocer más a fondo la personalidad de cada uno de mis amigos, y todo esto mientras tostábamos nubes de azúcar en la hoguera, cantábamos canciones o incluso jurábamos bandera, hacíamos hiking y nos perdíamos en la montaña, o arriesgábamos dos piernas y la dentadura tirándonos en trineo por colinas escondidas.

Ahora tengo ganas de más aventuras y estoy impaciente de ver lo que está por llegar!!