MAR
Cada vez más cerca
Parece mentira que ya estemos en agosto, el esperado agosto. El mes del cual todos hablábamos y esperábamos en las orientaciones, cuando la mayoría de nosotros aún teníamos la incertidumbre en el cuerpo y no podíamos esperar a saber cual sería nuestro destino, nuestra familia y nuestro instituto. Y hablando de inquietudes, aún recuerdo ese día de noviembre en el que todos dimos el primer paso del largo camino que sería esta aventura; ese temido examen escrito. Todos esos nervios y a la vez esas ganas, que a pesar de que ya tenemos la beca asegurada, no nos quitamos de encima.
Y ahora que todo ya se hace real, aún cuesta asimilarlo.
Pero empiezan los preparativos: hacer la maleta, las odiosas despedidas, comprar regalos, cambiar dólares, rellenar papeleo... Todas esas cosas que tal vez desde fuera parecen aburridas y tediosas, pero que estoy segura de que a todos los becados, lo único que nos provocan son más ganas de irnos. Y es un sentimiento agridulce, porque sí, echaremos de menos a nuestra familia, a nuestros amigos y la vida que llevamos viviendo todos estos años, pero a la vez no podemos contener la ilusión que nos causa empezar esta nueva etapa.
No podemos esperar al día que nos toque volar y compartir los nervios con todos los amigos que hemos ido haciendo durante esta experiencia. No podemos esperar a bajarnos del avión y conocer a nuestra família. No podemos esperar a entrar en lo que será nuestra casa por los próximos diez meses. No podemos esperar a nuestro primer día de instituto. Todas esas cosas que vienen también acompañadas por nervios y un cierto miedo, pero donde al final, ganan las ansias y el entusiasmo por goleada.
Así me siento yo, y estoy segura de no ser la única. A la próxima, nos vemos en Iowa :).