MARIA

A 15 de Enero

Aquí Phoenix:

El libro “Mujercitas” ha sido de los más influyentes en mi vida. Lo descubrí cerca de la casa de mi abuela. Iba con mi madre y paramos en una papelería porque me había quedado sin nada que leer. Allí estaba, entre los libros infantiles y juveniles. Era una adaptación de Geronimo Stilton, y tal vez fuera el dibujo de las 4 ratoncitas felices, lo que me hiciera cogerlo. Mi madre sonrió porque ya lo había leído y le había encantado.

Leí, leí y me enamoré de cada personaje. Disfruté ese libro muchísimo y me quedé fascinada. Tenía que haber más.

Tras hablar con mi madre, ella me dijo que su versión acababa diferente. ¿Adivináis quién rastreó la casa de su abuela por el libro? Sí, yo. Ese verano, empecé “Aquellas mujercitas”. Noté el cambio, era más serio, menos infantil. Pero me encantó igual. Acabé desgarrada en el patio pidiéndole a mi madre que no acabara así. (Louisa May Alcott y yo tenemos diferentes opiniones, jejeje) 

Me he leído los libros infinidad de veces, había visto la antigua película y este octubre, me los leí en inglés. 

Pocos días antes de Navidad, mi madre me mandó un mensaje que decía algo así como:

-El 25 sale Mujercitas, ¿vas a ir a verla?

-Ojalá, me gustaría verla contigo.

Hoy he visto la película con mi madre, mi abuela y mi hermana de aquí.

Y es de esta última de quien quiero hablar. De la chica que me dio un abrazo enorme en cuanto crucé la puerta del avión. La que me entiende (tanto en sentimientos como cuando hablo muy emocionada y me sale más el acento), la que se preocupa por mí, la que me cuida, la que me pide consejo (como si yo no estuviera perdida JAJAJA) Esa chica es la que me ha demostrado lo bonito que es tener una hermana.

Y por favor, no me malinterpretéis, tengo un hermano al que adoro, quiero y también detesto a veces. Le echo muchísimo de menos y estoy deseando verle para decirle 'pringado'.

Pero quiero remarcar a mi hermana porque me ha querido cuando era una completa extraña. No hemos crecido juntas, pero parece que llevásemos toda la vida riéndonos. Es tener a mi mejor amiga en casa.  

Gracias por cocinar como Meg, querer a todos como hacía Beth, ser creativa como Amy y por ser tú. Ojalá pueda cuidarte siempre.

 

Cambio y corto.


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