Fin de una etapa preciosa

Y llegó el día que hace tan solo unos meses pensaba que estaba tan lejos.

Hace una semana ya que dejé mi vida de Estados Unidos y tuve que despedirme de la gente y el país que me ha acogido tan bien durante este año.

Continuar por el control del aeropuerto llorando tras haberme despedido de todos, ha sido una de las cosas más difíciles que he hecho hasta ahora sin duda.

Emoción, alegría y ganas de volver al país que me ha visto crecer y de los reencuentros, pero también mucha pena por saber que nada va a ser como antes, es el fin de una etapa preciosa.

Quiero dar las gracias a la fundación por hacerme la persona más feliz durante este año y darme la oportunidad de tener experiencias inolvidables con gente increíble.

Puede que físicamente ya no esté en Estados Unidos pero un pedazito de mi siempre lo va a estar, en aquel pueblecito de Utah donde solo se ven montañas.

Sin duda lo volvería hacer una y otra vez, sin cambiar ni una sola cosa. Agradecida por todo lo que he aprendido y por todo lo vivido.

See you very soon Utah!