Casi 3 semanas de esta aventura.

Llegué a Texas tras unos impresionantes días en NY que recordaré el resto de mi vida y de los que me siento completamente afortunada y agradecida a todo aquel que colaboró para que fueran posibles pese a las dificultades.

Mi familia aquí es maravillosa y son gente impresionante llena de vitalidad y ante todo entusiasmo, que siempre es contagioso. Son espectaculares, y desde el primer día que pasé con ellos, supe que los echaría de menos al despedirme.

Mi instituto es enorme y tiene una barbaridad de actividades, clubes, deportes. Además he tenido la suerte de unirme a un grupo de estudiantes de intercambio allí que se han convertido en mis mejores amigos y hacemos planes cada tarde para hacer algo nuevo juntos. Son geniales.

Fui a mi primer partido de football americano con ellos, y pese a no entender nada, disfrute muchísimo del ambiente y entusiasmo entre los presentes. Fue una tarde mágica que parecía de película. Me uní al equipo de baloncesto, que es un deporte que he practicado durante 5 años previamente en España y que disfruto muchísimo. Ya tenemos muchos viajes planeados para las futuras vacaciones del High School.

Además, esperaron a que yo llegara para ir a recoger a un nuevo perrito bebé al centro de adopción y he podido vivir la experiencia de ver como la pequeña criatura se va adaptando al hogar, a la gente, a los horarios... ¡Justo como yo!.

En resumen, me siento súper feliz. Nunca había estado tan feliz. El otro día al ver que había salido la nueva edición de las becas no pude evitar soltar lágrimas de emoción al echar la vista atrás y ver todo lo que ha cambiado mi vida en tan solo unos meses y como un sueño se ha hecho realidad gracias a la Fundación.

Con esto me despido y doy las gracias a cada persona implicada en nuestro bienestar y felicidad cada día y que muy pronto va a volver a hacer posible el sueño de 400 personitas.

Iré contando,

Helena :)